Restaurante: Doña Lubina

Llevo conociendo la zona 10 años nunca había comido en este restaurante decidí reservar por la grata atención de Cristina la chica que sirve las mesas y los buenos comentarios de internet. Por desgracia me llevado una decepción enorme ya que las raciones muy escasas para el precio que tienen y mal cocinada, terminamos pidiendo unos huevos fritos. Una pena porque la situación del local es estupenda. Las 4 mesas que teníamos al lado se fueron indignados. Si pongo un 10 a Cristina la chica que nos atención en todo momento con mucha amabilidad y una grata sonrisa después del chaparrón que le ha caído de varias mesas.

Pésimo, y la verdad que no se porque tiene buenas criticas, imagino que porque o son familiares o hace mucho que no están en este restaurante. Pedimos pulpo; duro e inmasticable, navajas; intragables, se me hacían bola, sardinas; supongo que eran conjeladas, no tenían nada de gusto. También pedimos un menú del dia, 20€, que consistía en una ensalada; solo lechuga con tres trozos de tomate insípido con mucha vinagre, y una lubina, la lubina imagino que también era congelada porque es difícil que una lubina tenga tan poco gusto. De postre dos tristes rajas de helado de los de barra.

El local es un sitio muy acogedor y muy bonito en mi opinión. La atención que se recibe por el personal es increíblemente buena la cocinera hace una comida excelente y la camarera trabaja fantástico. La carta de vinos también es excelente y los vinos son buenísimos hay unos caseros de los cuales nos dejan probar un poco primero y esta buenísimo y es barato después de ir le dije a mi marido que quería volver y el me dijo que se había ido encantado por todo, el trato, la carta de vinos, etc. Tenemos pensado volver el año que viene y darle una muy buena propina porque la tienen muy merecida. Los calificaría con lo máximo de estrellas porque para mi es el mejor. Un consejo: elegirlo siempre que valláis a Finisterre. Os encantara.