Restaurante: las Duelas

Nos lo recomendaron unos amigos y la verdad es que tiene buena pinta. El entorno es acogedor y muy bonito, al menos para mi. Pero no se si era por el hecho de ser Semana Santa o que, pero el servicio fue lamentable. Solo salvare de la quema a un camarero de perilla, que se deshizo en disculpas. Nos atendió una camarera que nos sentó en una mesa y nos tuvo casi media hora mirando como montaban más mesas y como iban de un lado a otro. A la reclamación a la camarera solo teníamos un: "¡si, si, ahora vamos! Pero no venían. Al final parece que nos atendieron... Pero solo parece ya que entre el primer plato y el postre tardaron 2 horas. El menú que comimos era un menú especial para esos días valorado en 29 euros. La carta tenia buena pinta. No se si era por el hecho de ser Semana Santa o no, pero recomiendo ir en fechas más tranquilas. La verdad es que apenas saboreamos la comida con el cabreo que teníamos, pero si he de ser sincero ¡ volveré! Aunque solo sea por la curiosidad de ver si es así siempre el servicio y por lo violento que se le veía al camarero de "perilla".

Hemos conocido el restaurante y os lo recomendamos. Tienes dos secciones, las duelas y el bristón de las duelas, ambas situadas en el hotel los agustinos, el segundo más económico que el primero pero la cocina exquisita. Consideramos que merece la pena que lo visteis.

Increíble visita a Haro. Sobre todo, lo que más me ha gustado ha sido la experiencia de comer en un claustro tan magnifico como el del hotel los agustinos. Tanto la comida como la atención recibida es de 10. Tengo el placer de visitar múltiples restaurantes en Europa y la verdad es que pocos tienen esta combinación tan equilibrada de calidad precio. La carta de vinos, los platos sorprendentes y el entorno, además de una atención correcta y profesional hacen que mi puntuación sea de sobresaliente. Suelo comentar las criticas negativas más que las positivas, pero este caso me ha "obligado" a escribir estas lineas favorables, espero os sean útiles.

Decepcionante. Reserve para comer en el magnifico claustro un sábado y "olvidaron" decirme que tenían boda. Una vez allí y después de 200 km. Y Haro a rebosar, me dicen que me atienden en el insulso comedor interior.

Fue increible, casualmente nos lo recomendaron y era cierto, el ambiente de tranquilidad que se respira en el Hotel Los Agustinos de Haro, y así mismo en su Restaurante Las Duelas te invade, puedes reservar mesa en su impresionante claustro, porque en su día fue un convento. Luego otra sorpresa aparte de la decoración es la cocina, mezcla de moderna y tradicional, todos estuvimos de acuerdo, tenemos que volver, para seguir probando más platos. Estaba todo éxquisito, servido con mucho detalle y lo mejor es el precio, nada exagerado. Tienen una carta de vinos interminable, aparte de los de la zona. Nos trataron de cine, pienso que debería conocerlo la gente. Da gusto encontrarte con un sitio así. Nuestras felicitaciones al cocinero que creo que es bastante conocido me he informado y se llama Nales. Teneís que visitar este restaurante y merece también la pena conocer el Hotel Los Agustinos.