Restaurante: El Peñón

Penoso, caro y malo. El servicio es horroroso, la comida muy mala y afortunadamente escasa porque con lo mala que es.. Mejor!! A modo de ejemplo, pulpo a la brasa 18€, dos rodajitas y parte de la cabeza.. No se podía masticar boquerones, eran otra cosa, un pescadito de esos que se utilizan de cebo, 14€. Botella ramón Bilbao crianza, 25€. Nos dejaron la botella sin abrir más de quince minutos en la mesa, después de mucho insistir nos la abrieron, mejor dicho, desguazaron el corcho apoyando la botella en la pierna.. Surrealista. Revisad la cuenta porque pides cosas que no traen y están cobradas, en nuestro caso una botella de agua... 2,5€ podría seguir pero voy a terminar con un pequeño detalle, es un sitio muy sucio, está todo sucio hasta los camareros tienen una pintiña que vaya por dios. No menos importante, si os fijáis en las reseñas buenas, siguen el mismo patrón, fotos espectaculares, comentarios que intentan echar por tierra la realidad, es decir marketing puro y duro. Si queréis ir por favor acordaos de este comentario, ya me diréis.

En lugar de el peñón debería llamarse "el penón". Que pena. - en fechas "punta" no se puede ir. Camareros impertinentes. Tardan muchísimo. Raciones escasas. Terraza sin permiso del mº. De fomento. Llevo años al lado, vuelvo a probar y mal otra vez. Ya no vuelvo.

Muy buena atención del personal. Nos dieron mesa incluso media hora antes de la hora de reserva. El lugar es un bonito enclave sobre la playa. Al principio costó que nos atendieran, pero es que había muchísima gente. En cuanto se pusieron con nosotros todo fue rodado. Platos deliciosos, buena presentación y sin pausa entre ellos. No dejar de probar las sardinas al espeto. Dispone de parking gratuito (de tierra) pero muy bien atendido con eficacia y amabilidad por la persona que lo gestiona. Buen precio y al final nos llevamos un pulpo a la salobreña para probarlo en casa. Muy recomendable sobre todo ahora en verano.