Restaurante: el Espigon

Pescados y mariscos meiocres, precios dedorbitados y propietario maleducado y faltón. Un local con categoría es aquel que ofrece buen producto y que atiende educadamente al cliente que discrepa, el cual no siempre tiene razón, pero merece ser bien atendido.

Espantoso. Vaya pescado, vaya marisco de calidad ínfima. Te cobran por 800 gramos de calamar (por ejemplo) pero te sirven como mucho 150 gramos. Te lo comes, protestas y como no se puede pesar porque te lo has comido, te dicen que te aguantes. Y se ponen flamencos. Es incréible la desvergüenza de algunos hosteleros que se están cargando el turismo.

Aparte del trato desconsiderado del dueño y alguno de los camareros, que casi nos agreden por algo tan simple como pedir la hoja de reclamaciones, el marisco que nos dieron debía de ser sudafricano y supercongelado. Olía a todo menos a mar. Y carísimo, vamos, de vergüenza. ¿dónde están los inspectores?

Una autentica vergüenza tanto por servicio, por calidad como por el precio. Estaba vacío pero nos atrevimos a sentarnos por que había poca gente por el paseo marítimo, los precios de la carta no incluye IVA y lo avisaba pero no avisaba de las raciones tan escasas. El precio de las cañas de cerveza no viene especificado, pero nos cobraron 3 euros. No me han quedado ganas de volver, pero aviso a los que todavía no han ido para que lo eviten y no caigan el mismo error que nosotros.

Precios abusivos, mariscos mal descongelados, camareros chulescos y dueño cateto. Parece mentira que se trate de engañar a viajeros que confían en la profesionalidad de los hosteleros y que salen desalentados de locales como este.