Restaurante: el Pinar

El cabrito exquisito. Pero excaso y nos quedamos con hambre. El trato de la camarera pauperrimo. Parecía que la hubiesemos hecho algo. Después de dejarnos 1200 euros, no fueron capaces ni de invitarnos a un chupito de bailies con el cafe. Es mas, sacamos una ronda de cubatas con el dinero que sobro, faltaron 15 euros y no fueron capaces de invitarnos. En varios de los cubatas, aparecieron hormigas en el fondo. Tuvieron tanto rostro de decirnos que era culpa nuestra por estar bebiendolos en la calle. Pero resulta que uno de esos cubatas era el mio y en ningún momento el vaso salio a la calle. Unos sinvergüenzas!!! Me prepararon otro y mientras lo hacian, observe como lo volvían a tirar por el fregadero... Seguramente porque aparecieron más hormigas en mi opinión el alcohol es de garrafon. Intentaron hacerse el agosto con nosotros pero el tiro les va a salir por la culata!!! Nada recomendable...

La botella de vino que pedimos vino abierta a la mesa. La comida estuvo buena pero la relación calidad precio me pareció que fue algo caro para lo que comimos.

La comida es excelente, el cabrito, su plato de la casa, por decirlo así, lo bordan, el restaurante esta muy bien, y su ubicación, en un barrio muy poco transitado por vehículos, con dos plazas, columpios y un frontón, lo hacen ideal para ir con niños y que se lo pasen bien. Lo recomiendo 100%

El cabrito lo bordan y el rodaballo ni te cuento. ¡¡muy, pero que muy bien!!