Restaurante: Polvorilla

Me a parecido un restaurante que merece la pena e venido con unos amigos a comer unos platos combinados y todo iba saliendo poco a poco y para estar en el centro no es nada cara

No se come mal pero el servicio es horroroso dos camareos para 10 comensales y no sabían fonde estaban. Llegue el primero a todos les pusieron aceitunas en lo que esperaban la comida menos a mi debia de ser por que estaba solo o no se. Tambien me sirvieron el uñtimo cuando había pedido el primero por lo que no creo que vuelva nunca. Tampoco se lo recomendaria a nadie de verdad que fue vergonzoso el trato recibido

Servicio horrible. 45 miniutos entre el primer plato y el segundo. Camarera mal educada, ante la espera nos propone que bajemos a pedir explicaciones al cocinero. Decidimos irnos sin poder tomar el segundo plato.

Para ir de pìnchos y cañas, perfecto. Para comer/cenar, no tanto. Hice una reserva y desde el momento en el que me sente en la mesa todo fueron problemas. Me aseguraron que no hacia falta pedir bajo encargo ningún plato, y fue pedir el primero y decirme "tenias que haberlo encargado antes... ". Los entrantes bastante ricos, me encanto la ensalada templada de rape. Pero el cordero es de los peores que he comido: soso, frio y seco. Lo peor sin duda, y que desluce toda calidad de los platos, es la atención del dueño y los camareros. Malas caras y peores gestos, en mi vida me habían retirado un plato del cual estaba comiendo sin preguntarme primero... En fin, que la comida queda en un segundo lugar gracias a la mala atencion... Y de barato, nada!

Para ir de tapas está muy bien, pero para cenar pésimo, pagamos 90 euros por unas mollejas que estaban muy fritas con el ajo quemado, una ensalada templada con rape que estaba gomoso, rodaballo al anís una abominación y rape con salsa de marisco muy mediocre, nada recomendable para ir a la carta ah y el servicio horrible una camarera de lo más desagradable