Restaurante: Riscal

El trato de los hermanos garcía y servicio muy familiar y cordial, nos enseñaron los bueyes e instalaciones lo aconsejamos y repetiremos seguro

Excelente, trato como calidad en la comida muy contentos, y para repetir, la carne de cabu excelente muy buena

Hemos ido a este sitio con grandes expectativas pero al final ha sido un fracaso. Os comento a continuación; los entrantes: salvo las mollejas, el carpacio insipido y el pulpo con helado de mostaza nada del otro mundo. La parte fuerte del restaurante que es la carne de buey (cabu) estaba mal presentada, más que nada porque parecía una continuación del carpacio, cortada al estilo "papel de fumar"... Perdiendo sabor al ponerla encima de la piedra. Los postres, uno de nosostros pidió el recuerdo de la infancia (especie de papilla de platano con helado de turrón), efectivamente el nombre podría hacer honor a su elaboración un niño recién nacido elabora mejores postres... El resto pedimos natillas (nada especiales) y trufas que si estaban buenas. Todo el menú acompañado de protos joven roble junto con cafés, el importe fueron 209,18 euros para 4 persona sinceramente para el sitio en el que esta (119 km de Madrid) se pasan de precio a parte no han sido capaces de ofrecernos ni un chupito cortesía de la casa, como suele ocurrir en sitios semejantes. Por nuestra parte ya que la opinión al final de la comida fue unánime, una vez y ninguna mas¡¡¡.

El único consejo que puedo dar es que se deleiten con estas carnes, la mollejas, el carpaccio, la bodega, el trato del personal... Impresionante

Acudí con una pareja de amigos tras enterarme por televisión de que había un sitio en el cual podías comer carne de buey garantizada. Me sorprendió el trabajo tan perfeccionista que se llevaba acabo con la selección y engorde de los bueyes y por eso me planteé seriamente organizar el viaje. Fui en el día desde Sevilla y volví al día siguiente y simplemente puedo decir que mereció la pena a pesar de ser un viaje que podría ser considerado bastante friki. El carpaccio excelente, el pulpo con helado de mostaza espectacular, las mollejas muy bien hechas y la carne simplemente exquisita. Vino San Cristóbal (toro) 27 euros, la ocasión lo merecía y le fue al dedillo a la carne. 50 euros por cabeza, caro si, pero la sonrisa a la salida bien los mereció, con lo que no fue nada caro, al contrario nos pareció un precio totalmente ajustado; por cierto puedes comer toda la carne que quieras solo pagas una ración..... Así que recomiendo ir con hambre para disfrutarlo totalmente. El servicio muy amable, sin duda muy recomendable, siempre que esté por esa zona pararé en el riscal para comer.