Restaurante: Ruta de Lorca

Una comida muy mediocre, solo se salvan unos níscalos al ajillo que casi aprueban por los pelos. Servicio horroroso, parece ser que casi todo es familia, nada profesional, la gente se aburre en la mesa, los platos todos salen frios, el local no es nada confortable con una decoración muy desfasada, sin climatización, a nosotros nos tocó una mesa con mantel de papel, pero pagamos a precios de mantel de seda. En el estado y limpieza, no quieres mirar para la zona de la cocina porque a lo mejor no comes a la dirección le queda que hacer un cursillo de hostelería.

Todo perfecto hasta que pides choto el empleado te dice que no hay y el dueño viene a decirte que si, cuando lo ves te das cuenta de que te dieron gato por liebre. Es una vergüenza que intenten engañar a la gente.

Todo buenísimo y un trato amable, tiene una terraza ideal para el verano y la relación calidad preció es buena, no dejéis de probar sus berenjenas