Restaurante: Sidrería El Praín

Fuimos un martes con un cupon de grupalia, lo primero y en Asturias, sidra helada y con tapón, pero veníamos sedientos. Nos llamo la atención que no hubiera un solo cliente en el bar. El surtido de tortos para compartir, era un torto del tamaño de un cede para dos personas. Los escalopines, sin empanar, la primera vez que lo veía en Asturias, por cierto no eran escalopines era un filete en dos trozos que no pesaría 50 gramos. El pitu de caleya que no era tal, soy asturiano, era un pollo del que me toco una alita, el cuello y un trozo minusculo, también curioso que el flan casero vieramos a la dueña abrirlo. Salimos pitando de allí, una vergüenza para la hosteleria asturiana. Tuvimos que ir a otro bar del pueblo a comer otra vez el menú, y no somos gente de mucho comer. Por cierto, fijaros en internet que no aceptan la critica y siempre contestan borde al que se queja, de hecho creo que ellos escriben las buenas opiniones porque es nefasto. No tardara en cerrar, no es normal que en Asturias vivas solo de los cupones de ofertas, porque si no no va nadie, cualquier buen restaurante vive del boca a boca, no es este caso.

La comida fue muy escasa, por no decir escasísima, nada del otro mundo, yo no volvería y los amigos con los que fuimos opinaron lo mismo. Compramos un cupon de grupon y la verdad es que no pareció muy regular tanto la cantidad como la calidad.

El menú no nos acababa de gustar a todos. Cogimos platos de la carta. La comida estaba buena, pero era escasa y con un presentación poco elaborada.

la sidreria el prain es un sitio para el relax , con amplias zonas verdes y frente a los picos de Europa , trato familiar . Pero lo mas destacado es que la cocina permanece abierta ininterrumpidamente te puedes comer una fabada a las 17:00 o un bocata , esta genial sobre todo si regresas de una ruta de montaña y es tarde para comer o temprano para cenar , ES UNA MARAVILLA sobre todo cuando se esta de vacaciones .