opiniones sobre el Restaurante Sidreria Marisquería el Congreso de Benjamin

Malo, tan mal que nos tuvimos que salir sin comer. Reservamos a las 12h. Mesa para las 2,30h. Porque para las 3h. se nos hacia tarde. Nos sentaron en la mesa que nos tenían reservada y hasta las 3,10 no nos dejaron "un papel" en el que ponia el menu, (eran las jornadas de la manzana, y queríamos el menú de las jornadas todos menos una persona y que les pidió la carta, ni caso, ) a las 3,30 h. Nos preguntaron que qué queríamos comer, ya no había de todos los segundos, pedimos, nos olvidaron hasta las 4h. Que fueron a decirnos que de los primeros que habíamos pedido no quedaban. Bueno..Nos enfadamos... Nos sacaron un plato, frio, y sin cubiertos, se lo dijimos y se dio la vuelta. Muuuuy enfadados nos levantamos y nos fuimos. Esto muy resumido. Fue muy desagradable. Nos encontramos en la puerta con más gente que también estaba enfadada. Bueno al menos ellos habían comido, mal pero comido

Nos alojamos en el hostal del mismo nombre, justo encima del restaurante sidrería, menudo horror y error, hicimos la cena en el restaurante y fue un picoteo en el que nos sentimos bien atendidas. Por la noche a las 12,30, no podíamos dormir debido a que una cuadrilla estaban sentados en las mesas de la calle bebiendo sidra, les invitamos a que hablaran más bajo y poder dormir, pero eso les calentó para meterse con nosotras y decirnos que hasta las 2,30 de la noche podían seguir en la terraza y que nadie les podía decir nada, la propietaria del local estaba con ellos y en lugar de intermediar les instigó a que siguieran bebiendo y armando escándalo. Ante nuestra impotencia tuvimos que llamar a la policía local que aparecerieron inmediatamente pero no hicieron ni caso. Y a partir de ahí todo fueron insultos e improperios, no entraban en razón y por parte del personal de la sidrería todo era instigar a que siguieran bebiendo. Villaviciosa es muy bonita, pero nos hemos quedado con un mal sabor de boca, y estas situaciones no beneficían para nada al turismo. El hostal está muy bien acondicionado, y la atención de la empleada muy correcta, pero el estar situado encima de la sidrería no les beneficia nada.

Creo que es el peor sitio que he comido en muchos años, elegimos el menú más caro de la calle para "asegurar". Un desastre en todo, el arroz con bogavante, de eso solo tenía el nombre, mi mujer pito de caleya con patatas, de pito un trozo de caparazón y patatas normales,(aquí a las patatas de tamaño entre canica y nuez las llamamos patatas) yo bacalao que o no era bacalao o era que estaba fresco, de todos modos no sabia a nada, les pedí una sidra para mi mujer y me dicen que solo sirven agua, vino y gaseosa, me la trajeron al fin pero pagándola a parte, menos mal que me la cobraron a precio de barra, porque al vecino de mesa le metieron 1. 5 € por un café. El vino anunciado afuera era albariño, rioja o rivera, el que me sirvieron era cariñena. Teníamos que habernos dado cuenta al entrar, les pedimos un cosechero y un ribeiro, el precio normal de estos vinos por aquí son dos euros en total, me dice que en lugar de cosechero me sirve un rioja y en lugar de ribeiro albariño y me clava 4. 40

Soy asturiano, vivo en Asturias y me avergūenza haber llevado a amigos de Madrid, amantes de esta tierra y su comida, a este sitio. El menú más caro de la villa y el peor. Sin duda. Los nombres de los platos deben ser " ocurrencias" porque cualquier parecido con la realidad seria pura suerte. Mal servidos, lento, frio, malo, la sopa no había ( pero cobraron lo mismo ). Malo por ellos ya que mis amigos estrenan casa en villaviciosa y ya saben donde no ir. Los buenos comentarios solo pueden ser de amigos o de gente que no sabe lo que es comer en condiciones. Por cierto, creo que tras 5 días sigo haciendo la digestión de la carne.

Hace mucho tiempo que no me han atendido tan mal, la comida fatal y el morro que se gastan tremendo. Después de sacarles los colores pasaron de nosotros totalmente, y eso que era el menú más caro de todos los que vimos.

La comida en este sitio fue un experiencia surrealista:peor es imposible!!!!!!!!! Entre que nos pusieron en una mesa auxiliar (al lado del ordenador de los propietarios), nos hicieron esperar casi 1 hora (seremos tontos, había que marchar y ya!!! ), pero como había mucha gente, les dimos una oportunidad. Mal, muy mal!!!!! No había pan!!!!!! Como se puede comer sin el pan????? Uno de los platos del menú era jamón, y mi hija lo tuvo que comer a palo seco. El arroz con bogavante, solo lo tenia de nombre; fabes con almejas tenia almejas sin abrir y fabas recocidas. El segundo era el bacalao. Jajajaja,ilusos!!!! Parece que les quedaba solo 1 ración y en vez de servir 4 de bacalao, nos trajeron una ración compartida para dos; y otras dos-boquerones fritos y sin pasar por la harina, parecían palillos. Cuando les dijimos que era el bacalao que hemos pedido hace más de una hora, nos dijeron que había boquerones y estaban muy ricos. Es de locos. Esta gente esta que no se enteran, que el cliente es el que paga y el que escoge. Después de todo este mareo, nos cobraron hasta el último centimo (para esto fueron muy rápidos). Y esto que yo me plantaba en no pagar y que llamen la policia. Estos antros solo dañan la imagen de la hostelería asturiana. ¡¡¡¡¡¡aviso!!! Si no queréis que les traten como una m. Y tirar el dinero, evitad este sitio!!! Y los comentario tan zalameros de más arriba, son una mentira!!!!!!!!

Pedimos un centollo que estaba aguaron, y no era del cantábrico, después pedimos una lubina a la espalda que estaba sin descongelar del todo y con una salsa que no sirven ni en la cárcel, mal servicio y el precio increíble para lo mal que comimos. No volveríamos ni invitados, desastroso.

Para empezar diré, que por que no tenia ganas de estropear el sábado noche, no pedí la hoja de reclamaciones, pero desde el principio hasta el final un verdadero desastre de restaurante y el servicio, poco profesional. Pedí un pixin amariscado, que era escaso y duro, y el precio no era acorde con la calidad, un robo, así de claro, que me cobrasen 21 euros por un pescado congelado, duro y con tan poca cantidad......... Para beber pedimos sidra y no nos pusieron el tapón para no tener que escanciarla, y si no les decimos nosotros del tema a la camarera, ni caso, ( igual pensaban que la beberíamos a morro) por que ella misma nos dijo que no podíamos escanciarla. Sinceramente, flaco favor le hacen a la hostelería asturiana, espero que de las criticas puedan mejorar su calidad y ser más profesionales, yo desde luego no volveré para comprobarlo.

Con lo fácil que es hacer en Asturias unes patatines en tres salsas y resulta que las hacen mejor en el macdonals. Patatas congeladas para una sidrería de prestigio es una verdadera pena y ademas si te las dan recalentadas, y las salsas de pena...... Y solo son unas miserables patatas... Bueno a lo mejor es que solo se puede pedir de marisco para arriba. El trato pésimo no hay profesionales.

Comida mala y escasa. Mal condimentada estuve esta Semana Santa y nos pusieron una merluza a la sidra que estaba hecha de avecren, era una cola de pescado congelada con su piel y sus patatas cocidas, mala, mala... El cabrito era un hueso sin carne, no había ni por donde cogerlo. Y el lacón tenía gusto ha pasado. Puse todas las esperanzas en el postre, pero deja mucho que desear la tarta a la sidra, aparte del tamaño estaba seca, nos clavaron 40 euros por un menú del día, que más vale que nos hubiéramos llevado el taper. Lo más curioso es que pedimos palillos y nos trajo uno en la mano por si se arruinaba pienso yo. En conclusión mal no, muy mal.

Hace 15 días fui a comer una parrillada de marisco. En mala hora. Trato muy poco profesional. El servicio tan lento que comimos el marisco ( el que se pudo comer) seco. Calidad y preparación fatal. Como respuesta nos dijeron que es muy difícil darle el punto. No pienso volver, mis tres acompañantes tampoco y desde aquí recomiendo que no vayan los posibles clientes. 18 abril 2011

La sidrería el congreso de benjamín me parece además de una de las Sidrerías más bonitas de Asturias,una autentica catedral sidrera y poseedora de una amplia y a variada carta llena de artículos de primerísima calidad. No reconozco para nada las por supuesto libres opiniones vertidas de las dos personas que han descrito tan injustamente semejante sidrería. Mi familia y yo seguiremos yendo regularmente a degustar la calidad de su cocina, acompañada siempre de la sidra de mejor calidad.

Leyendo las opiniones anteriores, quizás la diferencia entre ambas sea la de ir en verano y la de ser un mero turista y no un conocido de su dueño. Nosotros hemos ido el 20 de agosto y después de más de 15 minutos esperando que apareciera alguna persona del establecimiento a la que preguntar (otros posibles clientes se fueron sin esperar), aparece una persona joven y le solicitamos mesa para 3 (un matrimonio y un niño). En ese mismo instante entran 4 personas adultas y a nosotros nos ofrece una mesa de 2 pegada a la ruidosa cetárea, mientras a las 4 personas que habían llegado y preguntado después de nosotros les da una mesa para 4 directamente. Se lo advierto a esa persona y me dice que es lo que hay. Nos preguntamos como se puede recibir semejante trato y ser un sitio adecuado para comer. Obviamente nos fuimos, no volveremos y con esta opinión trataremos de que los demás sepan el servicio que ofrecen en verano

La verdad es que leyendo el comentario anterior no sé si fueron al mismo restaurante que nosotros. Llevamos años yendo a este restaurante y nunca nos ha defraudado. La fabada es una de sus especialidades y siempre está estupenda, con las mejores fabes que se derriten en la boca, tanto la tradicional como con almejas. El marisco es de una excelente calidad y frescura gracias a la gran cetárea que tienen. Todos los platos están muy bien preparados y con ingredientes de la mejor calidad, acompañados de la mejor sidra que se puede degustar en toda Asturias, siempre escogida por Benjamín, uno de los más afamados catadores que ha sido jurado en varias ocasiones en los concursos de la mejor de sidra de Asturias. Los dueños e hijos siempre nos han tratado excelentemente con una atención personalizada como si fuéramos de la familia. En definitiva un entrañable y típico restaurante asturiano, que ha sabido conservar el sabor tradicional de la cocina asturiana. Totalmente recomendable.

En primer lugar decir que dicho restaurante hace unos cinco años nuestra opinión fue muy buena, pero nos preguntamos que ha podido ocurrir, en ese tiempo hasta hoy, porque la comida por llamarla de alguna manera era incomible, la fabada era un plato grumoso donde se adivinaban los ingredientes y de sabor espeso, y unos chipirones de color morado que daban miedo sólo de verlos, pedimos para compartir unos percebes, que estaban duros y parecían como recalentados, en fin la cuenta fueron cien euros, nos preguntaron porque habíamos dejado tanta comida, y claro se lo expusimos a lo que después de pedirnos excusas, nos pusieron unas copas de orujo ¡ con hielo !, como para que nos fuéramos contentos, Por supuesto no nos la tomamos.