Restaurante: Swing Gourmet Restaurant

Sin palabras de sentir en los platos el sabor excelente que sale del esfuerzo de unos grandes cocineros y el esfuerzo de estos trabajadores por destacar y ser distintos. Objetivo logrado desde nuestro punto de vista. Todo iba muy muy bien el día que fuimos a comer, disfrutando del paisaje y de la tranquilidad, el servicio empezó siendo bueno, pero termino siendo un desastre después del trato recibido por la gerente del restaurante, ofensivo y mal honesto. No volveremos solo por el trato recibido por esa mujer que quito toda la magia del momento.

Todo un descubrimiento este restaurante por la calidad de su comida. En julio y agosto hay un menú de noche de 11 tapas, 9 saladas y 2 dulces. Quedamos impresionados con la comida, todo muy bien presentado, cocina que acabas preguntando, quien es el/la chef? Empieza con 5 snacks; un minisandwich crujiente de foie con una salsa ácida de limón, palitos de piñones crujientes, minicroquetas de bacalao, crujiente de aguacate y de butifarra negra. Entrada triunfal. Con cuchara una crema de berenjena con fondo de pimiento rojo y crujiente también de berenjena. Pasamos a los platos fuertes; langostino con ajoblanco y helado de almendras, rico! Seguimos con rissotto mar y montaña, saborazo increíble! Y acábamos con la carne, solomillo con verduritas, exquisita, al punto. Los postres os dejo que los descubrais. Volveremos seguro a probar la carta cuando acabe el menú de tapas veraniego. Ah y el menú son 20 euros, hacia mucho tiempo que no me sorprendia tanto la relación calidad precio. A disfrutarlo!