Restaurante: Txistu

Restaurante patético, si os gusta comer no vayáis nunca es un engañabobos, servicio pésimo, carta con raciones minúsculas, en la factura te quieren engañar, no recomiendo a nadie que vaya de verdad, es una pena porque está en una zona muy bonita, pero a mi no me gusta que me engañen, he ido una vez y no recomendaría a nadie que fuera, y si vais tener cuidado con todo gracias os lo dice un entendido en la profesión de la cocina os lo juro, salí engañado y decepcionado¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

Horroroso!!!!!!! Para empezar el local muy pequeño y claustrofóbico. Lo segundo es que te cantan el menú y los platos reclamo que habían en la pizarra de la entrada desaparecen por arte de magia. Hemos insinuado que queríamos ver la carta, pero nos han dado largas. Craso error: en ese momento deberíamos habernos levantado y huir!!! Hemos acabado comiendo menú casi por obligación. La comida muy mala, mal presentada, de mala calidad y mal servida. El servicio pésimo. La señora que nos ha atendido era muy mal educada. Nos han servido un solomillo de cerdo crudo acompañado de 4 (y digo 4) patatas fritas crudas. Y tal como dice otro de los comentarios, hemos tenido que ir a pagar a la barra. Para no volver.

Qué experiencia tan horrorosa sufrimos en este restaurante, cena de amigos, restaurante familiar, éramos los únicos.. La sra. muy desagradable con nosotros, nada más entrar quería servirnos prácticamente los postres, un grupo de amigos que tuvimos que cenar en 1h 30min. Los primeros... Surtido de embutidos, tan finos que no podíamos desengancharlos del plato, los segundos raciones minúsculas... Una compañera pidió pato y parecía más bien un alita de pollo... Y los postres.. Me guardo la opinión... Salimos desencantadísimas y sin disfrutar de la cena ya que la señora no paraba de decirnos que aligerásemos que ya quería cerrar. Solo decir que pretendía que pagásemos en la barra... Espantoso!!

Ambiente muy familiar, algunos platos escasos pero caros

Menú para mi novio y para mí:
La ensalada Navarra son unos ocho cogollos mu pequeños con algo de atún y un poco de pimiento asado (muy bueno por cierto). Y ya está, bueno un (1!) espárrago. Después de esta tapa los segundos platos estaban buenos, pero de miniatura. Me parece que unos ocho o nueve chipirones sin acompañamiento y una cazuelita de bacalao ajo arriero (con más gambas descongeladas, si no me equivoco, que bacalao), pero cazuelITA! o sea que antes de que nos clavaran una pasta por el postre nos hemos ido a una terraza a comernos un bocadillo.
Alguien dirá que es que la buena cocina hay que comerla en poca cantidad, pero tan poca... hasta el pan eran cuatro cachos, dos de pan normal y dos integrales. ¿Por qué esta racanería? Será que al alquiler de los locales es carísimo y por eso cargan las comidas de precio, o simplemente porque debe pesar más el hacer negocio que el dejar
contentos a los clientes.