Séis personas ayer sábado 27 de noviembre. Los entrantes, excepto las setas variadas de temporada, croquetas y foie, de lo más vulgar considerando su precio. Los segundos, bacalao al pilpil y degustación de bacalao, impresentables. He de decir que somos de Bilbao y sabemos hacer un buen bacalao al pilpil; aquello, era una sopa con un trozo de bacalao dentro (se devolvió a cocina) y en la degustación igual, el que era a la vizcaína con un tomate sin integración ni categoría alguna. Los postres caros, de 7 a 8 euros, y sin brillantez. He de decir, finalmente, que como ya habíamos estado antes, todos consideramos que ha caído en una profunda sima.