Restaurante: Blanc & Negre (Hotel El Castell)

Fuimos a celebrar "san valentin", el menú correcto, pero bastante caro. Lo realmente horroroso fue la música posterior y el disc-jokey ( como mínimo 70 años) que nos obsequio con música de los años 50 y 60 del pasado siglo y encima se permitió hacer karaoke, en fin... En el capitulo del servicio un poco de descontrol.

Fuimos un medio día por recomendación de unos amigos y nos encantó el servicio genial y la comida riquísima a un precio muy razonable. Yo me comí uno de los mejores osobucos de ternera que he probado. Nos dijeron que también hacen calçotadas, así que volveremos pronto seguro!

Restaurante recomendado, ubicación excelente, facil aparcamiento el hotel también es muy recomendable precio calidad

Voy bastante a menudo a este restaurante, tanto días laborables, como fines de semana, como para algún evento tipo bautizo o comunión. Nos pilla cerca de casa y es ideal para juntarnos con la familia sin complicarnos en casa. El restaurante está muy bien atendido y dirigido, la comida es excelente y los exteriores fabulosos para tomar una copa én los jardines antes o después de comer. El servicio suele ser exquisito y saben cuidar los detalles. Sólo le encuentro una pega: en las celebraciones de boda, no hay espacio de baile privado, hay que ir con todas las bodas del día a la minidiscoteca del restaurante. Es una pena, porque además de perder mi boda (que hubiera celebrado ahí encantada de la vida), están perdiendo a muchas otras parejas por algo tan tonto, pero tan importante como la privacidad durante el baile.

Estuvimos el fin de semana pasado, celebrando una comida familiar, (cada año lo celebramos) y el lugar es ideal para los niños. Magníficas vistas. Se nota la mano del nuevo chef. La cocina ha evolucionado, respecto a la cocina tradicional que servían. La comida es buenísima y muy bien presentada. El personal genial.