Restaurante: El Bodegon de Teatinos

Hemos salido muy satisfechos, todo lo que probamos estaba muy bueno, y el servicio rápido y atento.

Excelente sería quedarse corto.... Mi novia ha pedido unos callos y yo he comido un cachopo de ternera, ambas cosas estaban exquisitas... Y para beber hemos pedido un vino que nos recomendó el camarero y también estaba genial! La decoración del comedor en el que estábamos era preciosa, tenía un toque como.... Rústico. En resumen, más que recomendable

Sábado 02 de febrero de 2013. Mantel de la mesa con agujeros; sillas y escaños incómodos. Tras 25 minutos de espera, aviso al jefe de sala, llega el primer plato "tarrina de foie con cebolla caramelizada y compota de manzana" dos trozos de foie de aprox. 1 cm de grueso por 6 cm de diámetro con una porción de cebolla caramelizada y otra de compota de manzana a cada lado y todo ello regado con un exceso de aceite. Esperábamos algo más elaborado tras la larga espera. 12,80€ caro de segundo " verduras a la plancha" llegaron frías; 4 rodajas de tomate, 4 de calabacin; 4 de berenjena; 2 setas de cultivo; un sombrero de champiñón y 6 cebolletas agridulces, todas las rodajas finísimas. Nos ofrecen recalentarlo. 11,90€ excesivo el tercero "calamares de potera fritos" estaban bien. 13,90€ justo. Que decir tiene que no tomamos ni postre ni café. No lo recomiendo.

Buen vino, buenos platos en una estupenda decoración. Mal servicio, exceptuando los dueños. He ido varias veces, cuando el dueño está presente el servicio mejora pero sin su presencia el servicio es pésimo y sin preocupación.

Grata sorpresa en un local y un barrio del que en principio no cabe esperar grandes cotas gastronómicas. Con una oferta sencilla, pero segura este restaurante se erige en una de las mejores opciones de la ciudad para cenas seminformales de calidad a un precio muy interesante. Los callos no tienen rival y se ofrecen todo el año. Tiene una de las mejores cartas de vinos que se puedan ver por estos lares y el ambiente resulta más que acogedor. Recomendable.