Restaurante: El Mato de Pedralbes

La noche pintaba bien. Todo indicaba que ibamos a tener una de esas bonitas veladas familiares. Todos juntos en armonia y felicidad. Segun entramos la gente era muy atenta, y simpatica y el sitio la verdad parecia acogedor. Nos sirvieron los primeros,. Yo pedi unas ancas de rana, que no me puedo quejar, y mi marido una brandada, que no le agrado mucho, pero hay que reconocer que no estaba mal. La cosa se fue torciendo al servir los segundos. Pudo pasar como mas de media hora en servirnos el segundo plato, la cual sirvio para que yo pillara una borrachera con el vino, la niña se pusiera nerviosa y mi marido se durmiera del aburrimiento. Total cuando se nos paso el hambre y estabamos deseando marchar de cansancio, nos trajeron los platos. Yo ya no lo pude degustar pues se me quito el hambre y mi marido como buen vasco, se pidió un entrecot "al punto". Tan al punto que se lo sirvieron casi crudo, en fin eso puede pasar, no pasa nada pero amablemente pides que te lo pasen un poco mas. Cual es la sorpresa final que le convierten el entrecot en bistec cortandoselo por la mitad. Eso nos dejo completamente alucinados. Puedes esperar eso en el menu del dia Casa pepito pero no en un restaurante asi. Tras pasar cincuenta mil camareros y que ninguno miraba a nuestra mesa, pudimos pedir la cuenta sin pedir postres ni cafe. Ya habiamos malgastado suficiente el dinero. Eso si. Como te vas a quejar a unos camareros tan amables que incuso te regalan muñecas chinas de todo a cien para tus niños, que al momento de sacarlas de la caja se parten por la midad y se le caen las piernas y los brazos. No puedes contra eso. Simplemente optas por no volver. PD. ¿Y como es posible que un plato para la niña de una escalopa rebozada con patatas valga mas que unas ancas de rana o una brandada?Saludos a buscorestaurantes, el mejor buscador para mi de la web.