Restaurante: Eth Restilhé

Hace más de 20 años que fuí por primera vez y sin dejar de ir ningún año. La calidad de la comida, el ambiente y la amabilidad de sus padres, siguen intactas con su hijo carlos. A seguir igual. Como cada año, nos vemos a principios de marzo

He comido muchas veces en este restaurant y en el 2005 ya dejé de ir. Una de mis nostalgias al jubilarme fue que ya no iba al valle de aran por negocios. Varias veces estuve con la familia pero siempre antes del 2006. Añoro su cocina, su calid y sobretodo el trato familiar de los anfitriones, isabel y emilio. Ahora está al frente su hijo carlos y se que sigue igual pero la semana del 27 de este setienbre se que voy a ir y estoy que ya no duermo de la ilusión de disfrutar de nuevo de su comida y sua vinos y claro lo que más la compañia de la familia sanllehi. Pep solsona

El cocinero un auténtico maleducado y grosero, no sabiendo estar. Casi ladra. Le sobrepasa una mesa con diez comensales a la hora de tomar la comanda.

Comida tradicional (olla aranesa, chuleton, patés de la casa... ), buen producto, ambiente muy agradable, servicio estupendo y muy cercano... En definitiva, un lugar muy recomendable para comer de muy buena calidad y pasar muy buen rato

Excelente cocina, olla insuperable.... Trato mejorable de la cocina de eth restilhé toda explicación es redundante... Como su nombre y su fama acredita, se trata de cocina con fundamento aranés y excelente puesta al día. No obstante, tan excelsa gastronomía se me enturbió por un trato muy mejorable reservamos una mesa para ocho entrando a las 22 h. Al llegar, una de las sillas de la mesa la había "secuestrado" una señora que cenaba en una mesa ocupada por doce o catorce comensales, para que su hijo pudiera dormir cómodamente (ocupando dos sillas). No había ninguna otra silla disponible en la sala. Mientras mis amigos estaban ya sentados en la mesa y esperábamos que nos atendiesen (para lo cual estuvieron un cuarto de hora), tuve que esperar durante diez buenos minutos derecho (con cara de evidente mal humor), a que los señores de la mesa multitudinaria (con quienes el personal del local estuvo muy obsequioso) tuviesen a bien acabar de cenar para tener donde sentarme. Además de la pésima educación de aquella gente, me sorprendió sobremanera que el servicio de eth restilhé no tuviese el mínimo detalle para solucionar tan bochornosa situación. Una excelente cocina que no me han quedado ganas de repetir.