Restaurante: La Casa del Conill

Justet i, a sobre, car. Dues escalibades, dos de conill i postres, amb vi de la casa... 100 euros. Mai més.

Tenía pensado no hacer ningún comentario, pero después de hablar con mi familia he creído más correcto advertir mediante mi opinión, a futuros clientes, del peligro de contratar un banquete de reunión familiar, de trabajo o cualquier otra en grupo en el restaurante La Casa del Conill. El pasado día 10 de julio preparamos una reunión familiar de 43 personas entre adultos y niños y paso lo siguiente: 1º. - la temperatura interior de la sala superaba los 30 grados y no fueron capaces ni de poner ventiladores tal y como se había pactado dos semanas antes de realizar el banquete, con compromiso por parte de la dirección de ponerlos. 2º. - se escogió el segundo plato un mes antes de realizar el banquete, pero se pacto con la dirección del restaurante que se tendría en cuenta las variaciones que pudieran haber con un máximo de cinco, por si alguien deseaba cambiar, pero no solamente no se pregunto a los comensales que segundo plato habían pedido y si querían cambiar, sino que directamente se repartieron los platos con el consiguiente bochorno para los comensales y el anfitrión de ver como se paseaba el plato de mesa en mesa gritando a viva voz ¡¡¡¡de quien es el confit de pato!!!!!, lamentable espectáculo ofrecido por el restaurante. 3º. - parece increíble pero lejos de disminuir las anormalidades, incrementaron ¡¡¡y de qué forma!!!, se había contratado un pastel para 43 personas y aparecieron con una tarta que justo llevaba para 20, con trozos de pastel del tamaño de una nuez

Este sábado pasado hemos estado. Eramos 5, comimos un poco de todo, los caracoles eran para olvidar, la parrillada de carne era de merendero, el entrecotte era un gran trozo de carne sin gusto, el servicio muy justo, llegando a ser en momentos incómodo, la atención recibida... No hubo. Pero para no faltar a la verdad, el bacallà a la llauna muy bueno y l´espatlla de cordero superior. Eso sí, las guarniciones y las presentaciones de los platos dejaban mucho que desear. Los postres nada elaborados. Supongo que hay gustos para todo, pero a mí no me llegó a convencer.