Restaurante: Marzo

El Hostal Restaurante Marzo empezó su andadura hace ya más de 66 años. Corría el año 1935 cuando una pareja recién casada decidió abrir una taberna. Eran Amada Remírez y José Marzo, y ahí empezó la historia de éste, su restaurante.

Después de pasar por varios locales de alquiler, en el año 1942 compraron una casa, y se establecieron definitivamente en esa dirección, la cual, hoy todavía se mantiene: c/ Ancha 24. Lodosa.

De padres a hijos, la generación Marzo - Remírez ha seguido con el negocio y ha sabido llevar adelante el sueño por el que lucharon sus antepasados.

La cocina del Restaurante Marzo recae en manos de Teresa Marzo Remírez, quien ha aprendido muchas de las cosas que sabe de su madre, Amada Remírez, quien a su vez, lo aprendió de la suya y, así, nos podemos remontar hasta un ranchero de Alfonso XIII. Dicho cocinero, era el bisabuelo de la actual jefa de cocina del Hostal Restaurante Marzo.

Sobra decir tras esta presentación que nuestra cocina es tradicional, lo cual no excluye la continua búsqueda de sabores y platos nuevos en la que estamos inmersos. Tradicional no es antiguo ni aburrido, es una elección y un respeto a nuestros maestros y a los exquisitos clientes que nos visitan.

Entre nuestras especialidades el visitante puede encontrar una sabrosa y sobre todo natural menestra de verdura, compuesta por verduras frescas peladas cada día a mano, donde el color verde cobra vida y despierta todos nuestros sentidos.

Otro plato que nos precede es los pimientos del piquillo rellenos de setas con salsa de hongos, plato verdaderamente delicioso donde tras la suavidad con la que el pimiento se deshace en la boca, nos embarga el sabor propio del hongo, componiendo una mezcla exquisita difícil de describir.

No queremos dejar a un lado el jarrete de cordero en salsa guisado con pimientos secos. Su elaboración está formada por sabiduría y delicadeza, lo cual se traslada a nuestros clientes cuando introducen un bocado de este sabroso plato en su boca.

Entre nuestros pescados, queremos destacar el cogote de merluza fresca, no siendo esta una elección de la directiva, sino una preferencia de nuestros apreciados clientes.

Por ellos, este pescado se ha ganado un puesto de relevancia en la mesa. Con una presentación exquisita, este cuidado plato, preparado para dos personas, hace las delicias de los comensales que nos visitan. Junto al cogote de merluza, dejamos un espacio para el ajoarriero y como no a los postres caseros.