Ayer noche fuimos a celebrar mi cumpleaños mi pareja y yo a este restaurante, que tiene tanta fama en Madrid por su fusión con la cocina mexicana y japonesa. Tomamos un entrante de 12€ que me pareció escaso para lo que era: tower mix, 2 tortas con guaca mole y 2 con una especie de ensaladilla, caro. Otro plato, sushi box, 19 €, en la que había 10 tipos de sushi en diminuto, caro. La bebida digamos que puede estar en precio, y el postre que vale 6€, fue lo más decepcionante. Un trocito de tarta de dulce de leche que no tenia más de 3 dedos de ancho en la parte de detrás, la más dura como una, piedra y ¡¡¡ carisima!!. La decoración es bastante pobre y cutre, no nos gustó nada de nada, realmente no lo recomendaré a nadie. Servicio amable.
Pues como lo cuentas suena acorde con uno de sus dueños, torrente (si, si amiguete, es dueño el segura)