Restaurante: Brasería Ripollet

Hemos estado comiendo hoy en la braseria con mi familia y era la aegunda vez que vamos la primera fue excelente pero esta segunda creo que no volveremos a repetir los canelones chicle el postre era v massini y era una piedra de harina el entrecot una piedra. Cuando hemos salido había gente quejándose, bueno que no volveremos.

Ayer estuve cenando en esta brasería por que celebramos un cumpleaños de un amigo. Desconocía el lugar por completo pero mi amigo los conocía a ellos. Éramos 27 personas cenando y ¡comimos de lujo!. Primero, a petición de mi amigo, nos fueron poniendo unos entrantes: un plato de embutidos, almejas, tostaditas de butifarra con alioli, una ensalada (no la típica verde, pero no recuerdo que llevaba) y pimientos del piquillo. De segundos nos dieron a escoger entre 4 platos. No sé el de los demás pero mi entrecot a la pimiento estaba exquisito y las patatas fritas, ¡inigualables! El problema es que estábamos tan llenos de los primeros que algunos no pudimos ni con la mitad del segundo. Nos pusieron pan caliente, jarras de sangría, de cerveza, vinos, aguas y coca-colas que fuimos pidiendo. De postre tomamos el pastel. No sé si corrió a cargo de la empresa o de mi amigo o de algún otro de la cena. El caso es que todo esto nos costó 27 euros por persona. El restaurante en sí está muy bien, los camareros muy amables y siempre sonriendo aunque en una de las ocasiones le cayera un avioncito de papel en el brazo. Vamos, que tuvieron mucha paciencia con nosotros y el que nos atendió era muy simpático. El único inconveniente que veo es que está en el centro de ripollet y aparcar acaba siendo una odisea y más un sábado por la noche pero dando un par de vueltas a manzanas cercanas, consigues aparcar. Resumiendo, es un sitio donde se come muy bien, hay muy buena calidad-precio y el trato es excelente. Estuvimos muy agusto y disfrutamos de una excelente velada que se nos alargó bastante y no nos pusieron pegas ni quisieron echarnos.