opiniones sobre el Restaurante el Empalme

No soy muy aficionada a las setas... Pero esto es espectacular, me ha gustado todo y la atención de los dueños muy bien, el local por fuera, te echa un poco para atrás, pero por dentro muy cálido y cómodo. Lo recomiendo sin ninguna duda.

Nadie debería quedarse sin probar los platos de este lugar, todos, pero especialmente los que incorporan alguna de las variedades de setas. Son extraordinarios, de gloria, hechos por gloria, una mujer especial. Un consejo, dejad que ella os guíe en la elección y si tenéis la oportunidad pedidle que comparta una pizca de su saber culinario con vosotros. F. Gandía.

Muy bueno gran calidad buen precio trato familiar buen aparcamiento. Sus setas son deliciosas y los postres novedosos

Excelente en mi vida había comido tanta variedad de setas a cual más rica... Y el pato y el solomillo y el postre madre mía que postre todo! Ole y ole! Y no digamos los dueños también fenomenal

No he comido setas como ésas en mi vida. Siete platos, a cual más rico, séis de ellos con setas todas diferentes, algunos hasta con tres variedades juntas. La carne de corzo, blanda como mantequilla. No hemos pedido nada, nos hemos dejado llevar por gloria, la dueña. El restaurante, antiguo y acogedor, hemos comido junto a la chimenea encendida, era como estar en una casa de campo. Para nosotros, toda una experiencia.

Si no vas con una opinión ya formada y simplemente te dejas llevar por la experiencia vas a encontrar una cocina espectacular. Las setas son tratadas con mimo y sus acompañantes sean garbanzos, pato o solomillo también. Elegimos el menú de setas (50 €) y simplemente tuvimos que decir a la persona que nos atendió que no nos trajese más comida porque no podíamos más. Hemos comido setas con fuá, nizcalos en su jugo, sopa castellana aromatizada con setas, garbanzos con setas, pato, solomillo y la buena señora nos ofrecía una chuleta al medio para todos. A mayores el postre, café y vino. Pero además un trato directo sin alardes, simplemente como en casa, como si fuera tu madre. "acabate eso que la comida no se tira", "no comas tanto pan"... Un lujo. Seguro que volveré. Para todos aquellos que este tipo de cocina normal no les guste, pueden ir a probar el aire de pitiminí a 6 € la burbuja en cualquier paraíso gastronómico con 5 estrellas. Para mí esta cocina es la auténtica.

He ido en varias ocasiones y me parece que cada vez lo hacen mejor, la comida es excepcional (algo único que no esperas encontrar en este lugar), la dueña es majisima y te recomienda en función de lo que tú le digas o el hambre que tengas. Aunque la especialidad son las setas, siempre hay algo rico que los niños pueden tomar. Los postres son algo especial. Siempre que voy a Galicia, y voy mucho, hacemos parada en el empalme.

He comido varias veces en este restaurante: en pareja y con amigos, en grupo y con familia y siempre he quedado más satisfecho que la vez anterior. No puedo entender comentarios como el que realiza tino García, hay otros en este estilo, pero no tan zafios como el. Se nota que esta acostumbrado a comer diariamente en zalacain, cenar en recondo y tomar el aperitivo en arzak. Por cierto estos mediocres cocineros, junto con otros de su estilo, han recibido "clases magistrales" de cocina micologica por el dueño del restaurante el empalme. Que el sitio es un tanto peculiar, de acuerdo. Que los dueños son diferentes a los "engominados" de lugares donde solo por entrar te cobran 50 €, de acuerdo. Pero de esto a decir que son zafios, cutres y todo lo que he leído... Va un gran abismo. ¿y la comida?. Te pueden gustar o no las setas. Pero la preparación de los platos es exquisita. Leo, sonriendome, a quien cree desprestigiar un plato al decir... "incluso garbanzos con setas".... ¿a que esta acostumbrada esta gente a comer? ¿y esos comentarios de... Tardanza en el servicio....? En el chaflan, entre plato y plato (mejor: entre cucharilla y cucharilla) pasan 15' ¿y....? ¿es por eso es cutre este restaurante? ¿y el bulli, donde entras a comer y sales tres horas después? ¿preparan la comida en el momento? Hasta donde se: la comida expres se da en burguer y mcdonalds. Por resumir: si quieres un sitio diferente, con un trato humano y cercano y una comida excelente, tanto degustación, como en carnes,.... Reserva una mesa y disfruta.

La comida bien pero la dueña se coge demasíadas confianza para tratar con sus clientes llegando incluso a ser desagradable por lo tanto no lo recomiendo. La comida está bien pero no tanto como dicen sobre todo para el precio

Repelente. Empezando por la atención (el cliente no tiene por que pagar desavenencias de pareja), tiempo de espera,... Insinúa sobre menú degustación de setas (50 €. Persona) que no es el mejor momento. Luego lo que comimos repelente, desde setas con garbanzos a magret de pato recargadísimo de salsas pastosas! Precio disparado, no volver!!

He ido varias veces expresamente a comer desde Madrid y siempre que voy a Vigo reservo, el menù degustación de setas y caza es excelente. Los dueños son especiales y hay que saber entenderlos. Yo me siento agusto dentro de lo simple del local, pero como mejor que en restaurantes de 100 euros de Madrid.

De no ser por el desaliño y humor corrosivo de los propietarios hacia sus clientes y la suciedad del local, merecería la pena ir a tomar más veces, las ricas setas que preparan en este bar de carretera que seguro que conoció mejores días y mejores críticas.

Alucinante. Increíble. Hacía tiempo que me lo habían recomendado, pero no me habían dicho todo lo que hay aquí. La calidad de los platos es, desde el primero al último, en un auténtico alarde de largueza de calidad y cantidad, único. No me ha sucedido en mis ya bastantes años, hasta hoy, nada semejante. Imprescindible una visita pidiendo el menú degustación. El que lo haga repetirá, sin ninguna duda.

Malo es poco, atraídos una vez más por las buenas experiencias de la guía gourmet decidimos parar a comer en este lúgubre lugar, que en principio nos desanimo por su aspecto. Pero decidimos arriesgarnos. Cuando nos sentamos en la mesa nos atendió la dueña de aspecto desaliñado y para colmo maleducada. Pareciera que fuéramos intrusos en su casa y sin más dilación le dijimos que nos marchábamos, ella dijo que la estábamos malinterpretado y le dimos una oportunidad. Bendita la hora... Tardaron lo que no esta escrito en servirnos, los platos francamente desagradables a la vista, excesiva salsa en todos ellos ( todos sabían a lo mismo ), el pescado olía mal y se excuso diciendo que es que era así... En fin... Tampoco había setas ni hongos así como los platos que recomendaba la guía. De aves solo pato, pato y pato... En resumen, si al menos fueran amables podría tratarse de un mal restaurante y ya esta, pero en este caso se trata a mi juicio del peor de todos cuantos he visitado, absolutamente no recomendable. Groseros y maleducados, nunca volveré.

Impresionante, hemos tomado además de los infinitos guisos de setas, una mezcla de pulpo frío con boletus caliente que resulta espectacular. No acaba de sorprendernos, aun viniendo muy a menudo. Muchas gracias a Gloria y Elias.

Nosotros estuvimos comiendo y la verdad que la calidad precio inmejorable, nosotros pedimos el menú degustación (aconsejable) que constaba de siete platos muy elaborados dedicados a la seta que es la especialidad de este restaurante acabado en una carne o un pescado, la verdad que el sitio engaña un poco pero tiene su encanto y la atención personal muy buena por lo general se come muy bien.

Llevaba ya tanto tiempo escuchando hablar (o leyendo) de este restaurante, incluyendo algún comentario que asustaba, que no sabía ni qué pensar cuándo llegué y ví el exterior del local. Es cierto, no es lo que te esperas de un afamado y reconocido restaurante en el que es difícil reservar mesa. Como también es cierto que es toda una experiencia, gastronómica y personal. Gastronómica, en el sentido más profundo y auténtico de la palabra, porque los platos que se nos iban presentando, no tenían nada de artificio, eran tan naturales, tan sinceros, que me dió la sensación que hacía mucho mucho tiempo que no recibía eso en un restaurante con lista de espera. Garbanzos como los que se comían en nuestras casas, pero con una suavidad, y unas setas tan delicadas que parecían sabores nuevos y primigenios a la vez.

Una descarnada cecina de león con trompetas de la muerte, con un aceite y unas gotas de soja, nada más. Tanta sencillez me abruma. La carne, como ya señalaba alguien en los comentarios, excelente, un buen solomillo de verdad, con un corte impecable. Algún compañero de la mesa tomó carne de caza, y se veían, y decían que estaba tierna tierna, nada que ver con las piezas de caza que habíamos probado en otros restaurantes. Los postres, una mezcla de helados con frutos tropicales hechos en casa, sin ningún tipo de aditivo. Lo sé porque tengo intolerancia varios muy habituales, y nada me sentó mal. Y unas tartas que si bien, no tenían un aspecto deslumbrante, estaban deliciosas, y una vez más, se notaba que estaban hechas en casa, cosa cada vez más rara por ahí.

Y en lo personal, he de decir que el empalme es el sitio ideal para poner a prueba tus prejuicios. Desde que aparcas el coche en medio de la nada y recorres su fachada de persianas rotas y oxidadas, el servicio profesional de la vieja escuela, nada de camareros jóvenes vestidos de negro, las mesas en el bar, o los aseos sin calefacción ni agua caliente, todo son pequeñas pruebas para convencerte de algo que a veces se nos olvida, que a un restaurante, se va sobre todo a comer, y se debe comer bien. Era mi primera visita, y seguro que no será la última.

Los dueños atienden ellos mismos, y charlan amigablemente con los clientes, muchos amigos entre plato y plato. Me dió mucha envidia la mesa de la chimenea, espero que la próxima vez nos toque. Cuando nos íbamos, se habían juntado varios a charlar en la misma con los dueños, y tenía pinta de que iba para largo. Muy familiar la estampa. Pagamos 42€ por persona por un menú de 5 platos, con la bebida y el café incluido. Me parece correcto el precio, si bien, el local, vajilla y cristalería no son "finos", la comida es excelente, y los productos, de mucha calidad.

Sin ninguna duda es el mejor restaurante calidad-precio de los que he probado en los últimos años. Es cierto que el aspecto exterior es completamente engañoso y el interior muy normal. Pero no es menos cierto que la cocina es exquisita. Si tenéis ocasión no os lo perdáis.

Me contaron que era uno de los mejores sitios para hacer comidas de negocios, así que quedé en este lugar con unos clientes. Yo llegue un cuarto de hora adelantado, y cuando vi el aspecto exterior se me cayó el alma a los pies. Ya no había marcha atras, quería pensar que me había equivocado de lugar, pero resulto que no. Entré tímidamente y pregunté a un señor que había detrás de la barra con aspecto delicado, si era el restaurante El Empalme, y el me contesto “si si este es el restaurante el Empalme”. Pregunté por mi reserva y enseguida me aposentó en el lugar destinado para la comida. Solo puedo decir que fue tal el trato, la cordialidad, la elegancia y la discreción que se llevó a cabo durante la comida, que pude concentrarme en mi trabajo sin ningún tipo de problema. Desde entonces celebro mis reuniones más exigentes en este lugar tan feo. Jamás me he atrevido a preguntarles quien es su proveedor de carne, pero tiene que ser alguien tan especial como ellos. Mi mas sincera enhorabuena.

Buscando en el bosque con frecuencia se llega al castillo de Cristal.... Es el caso del restaurante El Empalme, el Mago Elias y el Hada Gloria. Quien por casualidad o acuciado por la fatiga del camino entró una vez, volverá siempre y le dará la pista a todos sus amigos para que lo visiten y sepan lo que es comer y admirar los platos servidos como obras de arte, desde unos garbanzos humildes a una amanita cesarea.

Tan solo un aviso a navegantes, es totalmente injustificada una fama que no se merece.

Fimos a comer y recomendados y solo se puede calificar de mediocre, quedo muy por debajo de los comentarios y espectativas creadas. Ya contabamos con que el lugar no merecia la pena, pero el servicio tenía que ser tan malo!!!

El menu degustacion sumamente limitado tanto en cantidad como en calidad.

No se puede vivir de las "glorias" pasadas!!

Se debe saborear sus platos para entender lo que comentamos de estos fantásticos cocineros, aunque tampoco debemos olvidar el trato tan personal y exquisito que tienen con los que tenemos el honor de poder disfrutar de todo lo que nos ofrece.

Hace una semana reservamos mesa con mucha ilusión ya que nos habían recomendado este sitio como uno de los mejores restaurantes micológicos de España. Y desde luego el viaje desde León se nos hizo corto pensando en las maravillas que íbamos a degustar.
Nos habían hablado de un menú degustación compuesto por 6 platos distintos , postre y chupito a base de setas, lo cual nos entusiasmaba. También nos habían advertido del aspecto exterior del restaurante, que da una impresión errónea de lo que luego te encuentras dentro.
Pues bien, el menú degustación que nos ofrecieron consistía en tres entrantes a base de setas y un segundo a elegir entre dos pescados y varios platos de carne. Los entrantes fueron lo esperado en cuanto a calidad. Pero nos sorprendió que en el segundo plato ninguna de las guarniciones (ni en carnes ni en pescados) estuviese realizada con setas, ya que se trataba de un menú degustación de setas. Uno de nosotros pidió pescado ("pez de mantequilla") que resultó muy sabroso; dos pedimos solomillo en salsa (de queso y de higo) que también resultó extraordinario, pero el cuarto, que se decidió por el cordero fue el menos afortunado en su elección, ya que la calidad de la carne no era la esperada, estaba duro y bastante seco a pesar de la salsa que lo acompañaba.
Salvando estas cuestiones he de decir que tampoco el postre llevaba setas y que de el chupito solo "conocían" el de café, hierbas o blanco.
Todo entraría dentro de la normalidad, si de las cuatro mesas que estaban ocupadas ( había 6 mesas) en el comedor, una no hubiera recibido VISIBLEMENTE, un trato muy distinto al resto.
En tres mesas, el menú degustación fue igual al descrito, pero en la cuarta, desfilaban distintas variaciones culinarias de una amplia variedad de setas incluyendo dos postres distintos a base de las susodichas.
La verdad, nos sentimos como "clientes de segunda", y creo que las otras mesas también a juzgar por sus caras al ver pasar los platos.
Nadie, en ningún momento nos ofreció ese otro menú que tan diferente era, tanto en cantidad de algunos platos como en variedad, al nuestro. No hubo opción ya que solo había un menú degustación, que no aparecía en la carta, solo dicho de palabra y sin explicar cuales eran los entrantes.
El trato resultó un poco "seco" comparándolo con el del resto de las mesas, y aunque uno va a cenar (no a que le hagan la pelota), se espera un mínimo de cordialidad en el trato ya que todos somos clientes.
En fin, la cena resultó correcta aunque muy distinta a lo esperado. es cierto que no ha sido un buen otoño para las setas y puede que la variedad de platos se vea reducida por ese motivo, pero si queremos dar un trato distinto a según qué clientes, hagamoslo de forma más discreta, ya que el "boca a boca" funciona tanto para bien como para mal.
A pesar de todo puede que le demos una segunda oportunidad, para confirmar si nuestra experiencia fue fruto de un mal día o de que realmente hay distintos tipos de clientes.

Voy como mínimo un par de veces al año. La verdad es que el lugar no atrae, pero la comida es exquisita. Eso sí, di dejas que ellos, Gloria y Elías te pongan lo que quieran, entonces triunfarás.

He estado varias veces cenando ,y es algo que recomiendo a todos los profanos o aficionados al mundo micológico, siempre que puedo paso por ahí.El trato es familiar,los sabores excepcionales y el bolsillo apenas se resiente si lo comparamos con la calidad de los productos que alli podemos degustar.
Aunque su aspecto exterior no invita a su parada,si lo haces una vez seguro que repites...Ya me lo diras...

El restaurante El Empalme en un lugar al que si vas vuelves, su cocina es exquisita y cada vez que lo visitas te sorprenden con algo nuevo, es una cocina de alta calidad en la que no solo comes con el estomago los platos a la vista tienen una presentación exquisita.La atención de el restaurante es muy personal ya que atienden sus dueños Gloria y Elias a todo aquel que les visita y bueno que decir de ellos como personas increíbles.Con lo cual en conjunto es un restaurante al que se debe visitar si se pasa por Sanabria- La Carballeda porque nos sorprenderemos de su cocina y de sus dueños.

Hasta que comi en El Empalme, creía que no me gustaban las setas. El foie (hígado que le llaman allí) tampoco desmerece. Totalmente recomendable

Si alguien quiere probar una degustación de setas de alta cocina, no creo que pueda encontrar un lugar mejor en toda España. Después de más de 15 años visitando El Empalme, puedo decir que la combinación de platos de setas con las originales recetas de carnes y ensaladas hacen de este restaurante una parada obligada a cualquiera que le guste comer bien. Ir a comer a El Empalme es un placer tanto por su fantástica cocina como por la cordialidad de sus dueños.

Un restaurante excelente, con una cocina innovadora pero con recuerdo de los guisos de siempre. No es la cocina del típico artista de mandil negro y plato cuadrado, sino una cocina nueva con las diferentes setas siempre presentes y con una sabia combinación de especias y sabores que dan un final armonioso y sorprendente.Excelente el toro rejadorada que explica porque esta denominación sube como sube.La familiaridad y el trato humano y divertido de Elias y Gloria es de agradecer en un mundo dominado por un papanatismo que alguno confunde con glamour.No pidas nada de la carta y déjate llevar por lo que ellos te pongan (como parece que hace todo el mundo) y disfrutaras de un festín de sensaciones organolepticas.

es una esperiencia especial , no lo esperas ,sorpresas cuanto tipos de setas todas impresionantes y trabajadas perfectamente. No te lo puedes perder si eres del buen comer y rima

El empalme es un restaurante que se convierte en punto de paso obligado. Una vez probado, lo difícil es no volver, de hecho uno llega a verlo como punto de paso cualquiera que sea la ruta o el destino del viaje. Gloria combina con sabiduría e imaginación la gran riqueza de la micología sanbresa en su arroz caldoso, en las patatas guisadas en el chuletón sanabrés o en sus deliciosos postres (no dejes de probar sus sorbetes de frutas tropicales). Gloria siempre tiene la seta adecuada a cada plato y en cada temporada. La bodega la lleva Elías y con él descubrirás y te sorprenderás de los buenos caldos de Toro y lo bien que combinan con la cocina de Gloria.

La atención es magnífica, la comida es soberbia y sorprendentemente elaborada.

El recorrido por el mundo de las setas es extraordinario al igual que sus sabores. Tiene un plato que "creo " que es un guiso de setas con patatas igualmente extraordinario.Para terminar, la perdiz es celestial y sí nos queda sitio para el postre, un sorbete con alguna fruta tropical nos dejará un sabor único.Todo, acompañado por la simpatía y los comentarios de Gloria y su marido y regado conun buen vino.Lo dicho: "CELESTIAL"

La comida de este restaurante es absolutamente increíble. Es fundamental dejarse aconsejar por sus propietarios que te recomendarán platos basados en productos de temporada. Tanto los platos basados en setas como sus solomillos en las diferentes elaboraciones son dignos de elogio. Al estar en Zamora, recomiendo vinos de Toro. Al principio choca un poco el carácter de los propietarios y el local en sí, pero una vez le coges el "tranquillo" y te centras en lo realmente importante, que es comer, repetirás sin parar.

Si te gustan las setas no conozco un sitio mejor pues las tienes todo el año y con una variedad difícil de encontrar en otro restaurante. También prepara la caza de forma soberbia y el hojaldre de foie casero es otra maravilla.Si gastronómicamente tienes una mentalidad abierta y te gusta probar cosas nuevas, mi recomendación es dejarse asesorar por Gloria Lucía y sorprenderse por los distintos platos que te sacará.