Restaurante: Vagonetas

Hemos ido hace unos días a celebrar una comida familiar y aunque no soy partidaria de hacer comentarios, ni buenos ni malos, aquí se merecen por meritos los malos. Pedimos un variado de croquetas para los niños y para nosotros zamburiñas a la plancha, bueno las croquetas minusculas y quemadas y de caseras como nos dijeron nada de nada, la zamburiñas de tamaño normal eso si aunque eran a la plancha debia de estar la plancha sucia como un taller mecanico, sabían a aceite requemado, luego pedimos para los peques secretos de cerdo ibérico y nosotros caldeirada de rape. Los secretos los acábamos dejando en el plato, que pena que no tenemos perro, y el rape además de ser supercongelado y mal descongelado sabia como a plastico y textura de chicle. Pedimos un albariño y creo que nos lo trajeron del tiempo porque nos subio rapidisimo. El postre tarta de 3 chocolates que eso si por el grosor parecia de 16 capas, muy dulce parecia casera, y el coulant era del chocolate más amargo que he probado, ya nos decidimos a tomar café en otro lado y la cuenta faltaron unos centimos para 140 €. Nada pero que nada recomendable.

He ido de casualidad a este restaurante, pero primera y ultima vez, el trato pésimo, no saben cuidar a los clientes o posibles clientes, pedimos que nos recomendaran algo para comer y no sabían que decirnos, que miraramos la carta a ver si nos apetecia algo, bueno paso, pedimos pulpo a la brasa, trajeron más brasa que pulpo, el arroz parecia gravilla de la carretera el vino parecía caldo de gallina, no nos gusto nada y el precio menos, sensación horrible, nos vamos con hambre y estafados, prefiero irme al mac auto

Las instalaciones no están mal pero aunque ayuda no te llena la barriga, lo importante es lo que comes y lo que bebes, que ha decir verdad tampoco tiene nada de especial, muy normalito, el trato tampoco es exquisito, no pretendo reverencias pero si amabilidad y eficacia y algo de rapidez que no íbamos a hacer turismo cultural y menos gastronómico, el precio no me gusto nada, para lo que ofrecen y dan no es nada del otro mundo, te lo recomiendo si estas a dieta y severa, al final no lo recomiendo a nadie, solo si tienes curiosidad y te gusta el autoflagelamiento en el estomago y en el bolsillo

No estoy contenta con el servicio. Cuando llegamos había menos mesas de las personas que íbamos a comer, salvo la comida que no había queja, el servicio prestado fatal, no me ha gustado el vino, la forma de atendernos ni el precio, y nos miraban con desprecio que fue lo que menos me gusto, donde voy a pagar quiero que se me atienda por lo menos con educación, no pido mas.

Al contratar la cena, todo muy bien, parecían muy profesionales, pero a la hora de la verdad, mejor no haber ido. Lo contratado no era lo que colocaron encima de la mesa, menos cantidad por persona, mal preparado, algún plato frio, el vino que se pidió al final no era el mismo, se contrato tarta para el postre, y nos sirvieron trozos de helados y fruta. Lamentable por allí no volvemos