Restaurante: La Panera

Estuve este pasado mes de diciembre, y tengo que reconocer que es uno de los restaurantes peores que he visitado en mi vida. El servicio mal educado y encima, soberbio. Las viandas, de regular elaboración y presentación mediocre. El precio de auténtico atraco en función de lo recepcionado. No volveré jamas, la dirección cree que por estar en la calle arenal, entre la puerta de el sol y opera, supone tener calidad. Vuelvo cada año a Madrid y este lugar ya lo tengo borrado de mi guia personal.

Llevo bastantes años comiendo por toda la geografía española, y os puedo decir que éste restaurante es de lo más impresentable que he conocido. En primer lugar, deciros que al reservar y preguntar por un parking cercano me dijeron que si aparcaba en el parking de "Descalzas", me abonarían el importe, y que si era posible llegásemos a las 14,30 h. porque a las 16,00 h. cerraban.

Eramos cuatro personas, una tomó fabada, dos arroz con bogavante (especialidad de la casa) y yo, solomillo al cabrales. La fabada mala, el arroz con bogavante el peor que he probado en mi vida, y el solomillo malo, caro y raquítico. Terminada la comida, pedimos la cuenta y le damos el resguardo del parking, para que lo descuenten, y nos dicen que ellos no hacen ese descuento. Solicitamos hablar con la persona que nos hizo la reserva y a regañadientes nos dan un vale descuento para el parking; nos traen la cuenta y por cuatro chupitos de orujo de hierbas de garrafón, nos han cobrado 12 €.

En resumen: estamos de vacaciones y no queremos perder el tiempo discutiendo, ni con hojas de reclamaciones, porque por otro lado tampoco vemos "lista de precios", así pues os digo: DE LO PEOR QUE HE VISITADO EN LOS ÚLTIMOS VEINTE AÑOS.

Es un restaurante excelente, por su calidad, buena elaboración y presentación de los platos. También muy bien el servicio, supieron aconsejar el plato de pescado adecuado, "merluza a la marisquera" que lo recomiendo por su sabor tan especial. Soy de una zona marítima y estoy acostumbrada a comer buen pescado, no imaginaba que en Madrid encontrase tan buen restaurante.