Restaurante: Smouk

Excelente sitio donde ir a cenar, tomar una copa... La comida riquísima, de buena calidad y abundante, el servicio muy atento y discreto y la decoración es de lo más bonito que hay en la ciudad. Un sitio que hay que conocer. Yo he ido ya en varias ocasiones y siempre bien. Indispensable probar los "smouks"

El sitio es precioso, la música acompaña y la comida es excepcional, fuimos a cenar el menú de navidad. Yo ya había estado antes y me gusto mucho. A destacar el trato de los camareros que son discretos y simpatiquísimos y eso se agradece porque se sale a disfrutar y es un punto flojo en muchos sitios. Luego la copa en el bar con las lucecitas de navidad y una música inmejorable. Sensacional. Pedir el coulant de chocolate que esta riquísimo.

Buen ambiente, muy buena decoración, la música acompaña y el servicio es atento y discreto. ¡¡Y además se come de maravilla!! Mi enhorabuena por la calidad y por mantener unos precios ajustados. Esperemos que sigan así

Este sábado por fin conseguí cenar en smouk después de haber intentado reservar varias veces y la verdad que no me extraña porque es un sitio ideal. Empezamos con unos carpaccios ahumados de ciervo y pescado que estaban buenísimos, finos, delicados y fresquitos y ligeros con unas tostaditas que te ponen al lado y pan recién horneado. Luego compartimos también el micuit de foie, y unja ensalada de ventresca con tomates asados y aguacate. De segundo yo me pedí una pasta fresca con frutos del mar buenísima, mejor que en cualquier italiano, porlo que se ve las hacen allí y se nota. Los demás tomaron un cordero deshuesado, pescado al horno y raviolis caseros de salmón y en general quedamos todos contentos. De postre el culant de chocolate: para llorar, no te lo puedes perder, el mejor que he comido nunca. Para beber un dinastía de vivanco y luego nos subimos al bar a tomar una copa. Buena música y buen ambiente para tomar la primera. Además te dan un 2x1 en copas con la cena y tienen ginebras que no conocía. En general bastante bien, un sitio distinto, moderno y agradable. Además desde el bar se ve todo el pilar iluminado

Baso mis comentarios en dos malas experiencias y no una. La primera es de cuando abrieron. Tardamos en una simple cena más de tres horas. Todo era lento en ese restaurante y las camareras unas aprendizas al igual que el personal de cocina. Hace unos días decidimos darle la segunda oportunidad y todos coincidimos en que nos arrepentíamos de habérsela dado. Todo seguía igual que la primera vez, eso sí, bastante más elevados los precios ( y eso que estamos en crisis). Los carpacios no estaban a la altura del precio; las croquetas estaban quemadas; la pasta fresca hacía honor a su nombre, más bien diría "pasta helada"; la calidad del pescado era ínfima y el postre era de conserva. Creo que hay que ser honesto con el cliente para que el cliente salga contento, porque al fin y al cabo un restaurante está para dar servicio (ya que por ello se paga). Calidad baja en el genero; servicio casi de tiranía y precio por las nubes. Por una regla de tres no creo que regrese ni que tampoco lo recomiende.